"Los escritos de Paul Paniagua subliman el espíritu, conquistan la alegría, y nos hacen ver la vida con humor y optimismo... Desde el título, Paul Paniagua nos penetra en un espacio lúdico, inspirado en los juegos de trompos. Para el autor, el texto es una métafora de la vida.Es un libro original que atrapa al lector.. Estos textos hiperbreves no se pueden leer con el ceño fruncido, sino una una amplia sonrisa. " Ph.D Mara L. García Brigham Young University


“Ojos llenos de abril” pertenece al destiempo. No es abril nada más la morada constante. Sino todos los meses y todos los años y todos los días. La mujer es la prueba fehaciente que no existe omega y que el alfa jamás delimita o recuenta el tamaño del tiempo, el amor, el poema.

Paul Paniagua nos deja asomar por el ojo de la cerradura a su propia mirada. Pero no servirán nuestros ojos. Es vital e imperante usurpar su mirada. Otros ojos. Ojos llenos de abril que son llave y ventana y paisaje profundo como un mar adentro.

Fausto Vonbonek.


Presentacion del libro

Presentacion del libro
Cecut Mexico

Saturday, February 6, 2010

SIN FRONTERAS

Los codos son dos. Pero pudieran ser más, si incluyéramos las rodillas, los nudillos de los dedos y los pies, los tobillos,  inclusive a algunos de mis hermanos, conocidos, y por supuesto, a esa linda   gente de Monterrey, México. Y,¿ por qué no?, a mi compadre Juan que se rehusa siempre a pagar las cuenta en el restaurante cuando me invita a comer sopita aguada de codos  o atún con codos, aunque este es español.

Pablo Jr. Paniagua
Copyright 2010
Orange County, USA

Thursday, February 4, 2010

PARA MUSICOS Y OTROS NO EXENTOS

El hipnotismo de la guitarra es tan, tan profundo que no hay quien escape de sus embrujos.


Pablo Jr. Paniagua
Copyright 2009
Orange County, USA

El CH'ULWITZ

TE WITSETIK MERO KUXUL

De cómo nacen los cerros en Chiapas

A Silvia Molina

EL Ch'ulwitz no es un cerro como dicen todos, es sólo una apariencia. El Ch'ulwitz es una cobija enorme de tierra café y musgo con la que se cubre el tata Jupanchac todas las noches cuando tiene frío. Yo sé que el tata calienta con ella a su vieja cuando llegan las aguas y se queja del dolor de huesos. Allí por debajito, aunque nadie lo sepa, si te acercas al Ch'ulwitz y le levantas la falda con cuidado, verás al tata tomado de la mano de su amada. Allí está, siempre feliz, siempre fiel, mirando las estrellas del ocaso. Ayer que fue verano, pasaron los dos por el caserío de San Juan Chamula haciendo montañas entre retumbos de tierra y polvo.


Cuentos de San Cristobal
Copyright 2009
Orange County, USA